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¿Hay inclusión en México?

  • Psic. Donovan Ordáz
  • 1 jun 2019
  • 2 Min. de lectura

¿Hay inclusión en México?

Qué tanto podemos ver reflejado en nuestro país que se cumpla con el concepto de inclusión, por ejemplo, en el sistema educativo. La ONG señaló que el sistema es excluyente porque no asegura a todos los niños y jóvenes el ingreso oportuno, la trayectoria ininterrumpida o la conclusión puntual.


"La exclusión es grave en todo el país, se vive en la colonia Nápoles y en comunidades indígenas, por lo que tenemos que pensar en soluciones focalizadas", El informe detalló que en el país, de cada 100 niños que entran a primero de primaria, seis años después sólo 77 entran a secundaria en tiempo y forma, y tres años después sólo 57 acceden a bachillerato debido a una serie de factores que los van relegando de las aulas.


La inclusión laboral es una de las temáticas de gran actualidad en términos de gestión de talento dentro de las organizaciones debido a las favorables repercusiones económicas, sociales y productivas que esta conlleva. La inclusión laboral se refiere a los “procesos que permiten el acceso de una parte de la población a empleos productivos con condiciones laborales favorables o adecuadas” sin distinción de género, raza, nacionalidad, edad, discapacidad, religión, orientación sexual o estado civil.


Pero veamos cómo es con las personas con discapacidad que constituyen uno de los grupos más vulnerables con respecto a su integración al mercado laboral. De hecho, en investigaciones a nivel internacional, una menor capacidad física o mental está considerada como uno de los principales factores que generan situaciones de desigualdad y que pueden ser causa de discriminación laboral. A nivel mundial, la tasa de ocupación de las personas sin discapacidad es aproximadamente del 75%.


Entre los factores que generan exclusión en el mercado laboral destacan aquellos relacionados con la inequidad de género. Según las estimaciones del CEEY, 1 de cada 5 excluidos lo está por el hecho de ser mujer y estar embarazada, tener necesidad de cuidar a los hijos, a parientes enfermos o ancianos, o tener un familiar que le prohíbe trabajar.


Una parte importante de la diferencia entre la participación laboral en México y en otros países (en particular, los países más avanzados) se debe, efectivamente, a la baja participación de la mujer en el mercado laboral. En México el empleo femenino representa 38% del total, cifra menor a la que se observa en Colombia (41.7 %) y en Brasil (42.8 %). La situación de la mujer en el mercado laboral mexicano es aún más dramática si se la compara con la de los países desarrollados: el empleo femenino es 46.9% del total en Estados Unidos y 47.4% en Noruega (8.9 y 9.4 puntos porcentuales por encima de la participación femenina en México).


Como sociedad debemos cambiar las acciones y actitudes excluyentes por las incluyentes, aumentar el reconocimiento del otro y de la diversidad, y debemos como mínimo, conocer y exigir que la normatividad vigente al respecto se cumpla.


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