Diferencias que son más parecidas de lo que pensábamos
- Psic. Mariana Rodriguez
- 7 ago 2018
- 2 Min. de lectura
Diferencias que son más parecidas de lo que pensábamos

¿Han pensado en que se parecería un abuelo a un adolescente? Sería más fácil pensar en las diferencias, ¿verdad? Por un lado, los abuelos son personas que buscan la quietud, un estilo saludable de vida probablemente por las afecciones que ya empieza a sufrir el cuerpo, poco tolerantes, aferrados a sus ideas y modos de ver la vida.
Un adolescente por el otro lado vive entre desveladas y excesos…. claro según sus excepciones.
Ambos que se encuentran lejanos en el continuum que llamamos “vida” tienen más similitudes de las que uno pudiera pensar, por ejemplo, el ser arraigados a una ideología, sentimiento o creencia.
Una de las semejanzas más importantes es que ambas etapas de la vida ( adolescencia y senectud) se caracterizan por una serie de pérdidas significativas: 1) el adolescente pierde su cuerpo e identidad de niño, el anciano pierde su cuerpo e identidad que consolidó como adulto; 2) el adolescente pierde a los padres que tuvo en la infancia ( ya que en el mejor de los casos los padres se deben adecuar a las nuevas necesidades y responsabilidades de su hijo ahora adolescente) mientras que los ancianos pierden amistades por la inexorabilidad de la muerte; 3) ambos se cuidan la dieta, unos por vanidad y otros por restricciones médicas.
Este listado podría continuar pero no es la pretensión de este pequeño artículo, el objetivo es invitar a ambos (adolescentes y abuelos) a una mayor convivencia… ¿quiénes son el nexo entre estos dos? Inevitablemente los padres, por lo cual esta es una invitación mucho más dirigida a ellos a fomentar un vínculo entre sus propios padres y sus hijos.
Si nos ponemos a pensar en la actualidad en la mayoría de las familias ambos padres trabajan y son los abuelos quienes muchas veces salen al quite al cuidar a los hijos, es decir, sus nietos.
Si compartimos esta pequeña lista, que repito, estoy segura podría ser mucho más extensa de lo que apenas esbocé líneas arriba quizás nuestros hijos puedan ver a sus abuelos desde otra mirada… pasar de ser los “abuelos aburridos o regañones que me dicen qué tengo qué hacer o cómo debo hacerlo” a verlos como personas que tienen mucho más en común de lo que ellos pensarían.. solo es cuestión de darse la oportunidad de abrirle paso y estoy segura algo productivo saldrá de esos encuentros…. al menos vale la pena intentarlo, ¿no creen?
imagen: https://yellowbunting.files.wordpress.com/2013/06/badass.jpg

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