El cuarto de la victimez
- Psic. Daniela Ocaranza
- 1 jul 2018
- 2 Min. de lectura
El cuarto de la victimez.

A veces, a los niños y las niñas les cuestan trabajo algunas situaciones sociales, familiares, académicas y su forma de reaccionar es llorando y quejándose, aún cuando esta conducta puede resultar molesta por lo demandante que es, es la única manera que están encontrando de pedir ayuda. En otras ocasiones podemos notar que estos pequeñitos tienen esta conducta de forma constante, después de explorar de dónde viene y que podemos hacer al respecto para ayudarles, podemos notar que es una conducta que les ha traído beneficios antes y que están “encerrados” en la misma y por lo tanto, más que ayuda para resolver lo que sucede, necesitan ayuda para salir de esta actitud en la que se instalan, una actitud de víctima, altamente demandante, muy incómoda para el mismo Niño, le cuesta trabajo ver lo positivo del entorno, se siente ofendido con frecuencia, se comporta celoso, nunca satisfecho y le cuestan las relaciones sociales porque se pelea constantemente, en casa, interpreta que los adultos tienen preferencia por los hermanos y recuerdan todas las fallas constantemente, su forma de llamar la atención es con queja y tienen un tono de voz particular que denota la misma. Es una conducta difícil tanto para el adulto como para el mismo Niño que la está llevando a cabo, para ayudarles es importante identificar; primero, si hay algún adulto cercano comportándose de la misma manera, si es así y está en nuestras manos, hablar con el adulto, sino es así, modelar, la manera en la que aquel adulto se vincula, evitando darle valor a esos actos. Ahora, si tu pequeño es mayor de 5 años, hay una analogía que a mi me ha funcionado durante varios años como maestra y te la narraré como lo hago con los pequeños. “Había una vez una niña (un niño) que iba a la “selfpittyparty” (es una palabra que me enseñó una compañera amiga, tomada de una película que uso por lo bonito que suena al decirlo rápido, pero no es necesario usar el término ni hacerlo en inglés) y en esa fiesta NADIE se la pasaba bien pero esta niña no se daba cuenta de que así era; así que se metía a un cuarto, pero no es un cuarto cualquiera, este cuarto tiene seguro por dentro, así que aunq afuera nos demos cuenta de que quien está adentro no puede salir, no podemos abrirle, además tiene unos vidrios mágicos que hacen parecer que todo quien está afuera la está pasando Perfecto y todo le sale bien y a veces, hay una televisión qué pasa imágenes de todas las veces que algo no le ha salido bien quien está adentro” No es necesaria mucha explicación del cuento, es suficiente contarlo cada vez que vemos que el pequeño o la pequeña entra a esta dinámica. Si ves que la situación le está costando mucho trabajo y a ti te está costando ayudarle a salir, recuerda que lo mejor es buscar ayuda profesional.

Comentários