La generación #loveislove
- Psic. Julio Nicolás Méndez
- 31 mar 2018
- 2 Min. de lectura
La generación #loveislove

Somos parte de una generación influenciada por la globalización, una que en segundos gracias a la tecnología, se entera y puede opinar de todo lo que sucede en el mundo. Internet nos permite llegar a cualquier parte.
¿Porque no globalizamos también los derechos y el respeto hacia el otro?
Nuestra manera de mirar la vida, de pensar, de relacionarnos es diferente. Haber crecido con la tecnología nos ha permitido ver el mundo de una forma distinta. Cuestiones que para generaciones anteriores seria novedoso, ya que representa un logro luego de intensos reclamos, para nuestra generación son cosas naturalizadas.
Constantemente se nos acusa de una pérdida de valores. Cuantas veces hemos escuchado: ¡la juventud esta pérdida! Pero dejando de lado, una idea romántica de que todo pasado fue mejor, esta generación tiene la ventaja de estar comprometida con una mirada más diversa con respecto a los modos de amar, de ser, de relacionarse o de construir una familia.
Si bien somos el resultado de grandes luchas de generaciones anteriores, también nosotros somos luchadores constantes. Nos enfrentamos a la desigualdad y no queremos guardar silencio, queremos opinar y que se nos tenga en cuenta.
Entonces porque no mejor pensar, que más que una pérdida de valores, hemos construido nuevos –ni mejores ni peores- sino diferentes. La diversidad, la inclusión, la igualdad de oportunidades, el respeto hacia otras opiniones y estilos de vida, son ideas y valores que nosotros ya llevamos incorporados.
Pensar y preguntarnos ¿Por qué no? ¿Si es feliz así, que tiene de malo?
Esta generación, llamada Z, está caracterizada en su gran mayoría por un desarrollo democrático que unido al tecnológico, podría ser imparable para combatir la inequidad que agobia a mujeres, niños y personas del colectivo LGBT, ya que todas comparten una característica en común, son blanco del odio y la ignorancia.
En estos tiempos cuestiones tales como el modo de tener una familia, la identidad y el género como derecho –a partir de movimientos feministas y LGBT- dejan de ser temas del ambito privado para instaurarse en la agenda pública, buscando tener un lugar político que los reconozca, los garantice y los respete.
Se acepta que las generaciones anteriores no entiendan muchas veces nuestra forma de ver el mundo, pues siempre queda y resiste un resto fundamentalista. Actualmente cuestionamos la herencia recibida y nos preguntamos por el legado que queremos dejar. Somos parte de una generación que busca experimentar en libertad, y desde esta, construir una identidad que acepte las diferencias.
¿Sabías que en ciertos países, la homosexualidad por ejemplo, es castigada con la cárcel o hasta con la muerte?
Somos parte de una generación que busca el cambio pero seamos parte de una generación cuyo legado sea el respeto por la característica principal del ser humano, amar y ser diferente. Y aunque el ser humano siga creando condiciones que el amor ignora, no te traiciones, busca ser libre.

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