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Romance: Qué pasa en el cerebro adolescente

  • Psic. Mariana Rodriguez
  • 1 feb 2018
  • 3 Min. de lectura

¿Sabes qué es la poda neuronal?

La poda neuronal es el proceso mediante el cual se eliminan las sinapsis (conexiones entre neuronas) adicionales que no usamos para así fortalecer aquellas que sí usamos. Dicho en otras palabras: todo cerebro humano atraviesa por periodos donde se hace una “poda” y nos podemos deshacer de aquello que no utilizamos, es decir, es como si hiciéramos una “limpieza “en casa de la ropa vieja para destinarlas a alguna fundación, para regalarlas o en su defecto tirarla.


Como su nombre lo indica, al “podar” recortamos algo que ya existía para permitir el crecimiento de algo nuevo. Incluso entre mujeres solemos ir al estilista a que nos recorten el cabello, en particular las puntas que ya se encuentran en mal estado, para promover de esa forma que el cabello siga creciendo y el nuevo esté más brilloso , pues algo muy similar ocurre en el cerebro cuando tenemos cuatro y catorce años aproximadamente.


¿De qué nos sirve saber esto? Para entender el por qué los adolescentes razonan de formas tan diversas a nosotros y por momentos nos son inexplicables; su cerebro está en proceso de transformación a la par de que aún se encuentra en desarrollo, lo que hace que ciertas habilidades como la postergación, planeación, razonamiento lógico y el juicio entre otros no sean herramientas de uso común en ellos. En el proceso de dejar atrás lo que no sirve es como pueden dar espacio a eso nuevo que les empieza a servir y que nosotros en ocasiones damos por sentado que ya deberían de poner en práctica, cuando es justo a esa edad que lo empiezan a adquirir de forma permanente.


Es importante saber hasta dónde podemos exigirles y cuando les estamos pidiendo más allá de lo que ellos pueden entender y/o dar; tenemos que plantearnos discursos realistas en los que ellos vean de manera clara ¿Qué les estamos pidiendo? ¿Qué necesitan para lograrlo? Y por último ¿qué ganancia obtendrán? Recordemos que todos respondemos mejor ante incentivos o reforzadores y los adolescentes no son la excepción a esta regla, así que en la medida que ellos puedan ver alguna ganancia (incluso puede ser el eludir una consecuencia negativa como tener que privarse de alguna actividad que disfruten mucho) más pronto pondrán en marcha aquello que estamos esperando que realicen.


Si a ello le sumamos toda la revolución de hormonas que habita dentro de ellos entenderíamos el porqué de muchas conductas, por ejemplo: que viven su primer amor de manera tan intensa, pensando incluso que podrían dar la vida por esa persona o someterse a conductas de riesgo por su pareja…. ¿les suena familia? “ es el amor de mi vida, quiero estar con él toda mi vida, a donde vaya iré yo, no me importa quién se interponga entre nosotros….” Esas son algunas frases que ilustran la manera de sentir y pensar de estos chicos y chicas y que en gran medida responde a todo el cambio a nivel neuronal y hormonal por el que están atravesando.


¿Qué podemos hacer como adultos ante esto? En primer lugar validar lo que ellos están viviendo y no contradecir o contrarrestar su manera de sentir, si ellos están convencidos de que esa persona es el amor de su vida es porque ¡realmente lo viven así! Ayudarlos es escucharlos y tratar de brindarles herramientas como la espera, compañía, amor y un entorno de confianza en el cual se puedan desenvolver.


El cerebro es el órgano más complejo de nuestro cuerpo y lo que se descubre en torno a él nos permite empatizar y comprender mejor nuestro funcionamiento así como el funcionamiento de los que nos rodean, sean hijos, pareja, colegas, familiares u otros.


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