#Homofóbicos
- Psic. Laura Pérez
- 1 mar 2017
- 2 Min. de lectura

¿Homofobia? ¿Con qué se quita?

A menudo escucho a las personas decir -No tengo nada en contra de las personas homosexuales, pero simplemente no los tolero… -yo respeto, pero que no se me acerquen…-lo entiendo, pero imagínate ¿si un niño los ve besándose? ¿Cómo le explicas?... frases como estas y muchas otras que sólo denotan intolerancia, irracionalidad y odio.
Se habla mucho acerca de la homosexualidad, de defender los derechos humanos, incluso de la no discriminación. Pero lo cierto es que lejos del discurso político-social, en la realidad las personas con preferencias sexuales No Heterosexuales, tienen que lidiar con ello día con día. La discriminación va desde un rechazo en la propia familia, en una entrevista de trabajo, hasta crímenes por odio, que por cierto nuestro país ocupa el 2 lugar a nivel mundial de crímenes por homofobia, en los últimos 20 años se registraron 1310 asesinatos por esta causa, esto sin considerar que por cada uno que se documenta 3 o 4 no se tiene reporte.

Las cifras son lamentables, pero ¿qué es lo que causa la homofobia?. Vale la pena mirar desde dos vertientes. La primera se trata del aprendizaje social, que tiene su base en la estructura familiar, de acuerdo a este modelo, se sabe que las personas aprenden a través del modelamiento es decir los padres o los mayores son los modelos a seguir, así que, si estos enseñan a los hijos o repiten estos discursos discriminatorios acerca de la homosexualidad, como que es una perversión, las personas homosexuales no merecen respeto, son desagradables, etc. Pues lo más probable es que los niños que crecen en este tipo de hogares, repitan este discurso, sin siquiera cuestionarlo. En una sociedad como la nuestra que lamentablemente el machismo es parte de la cultura, es fácil propagar estas ideas.
La segunda apunta a causas más profundas y personales. Se dice que la persona que rechaza u odia al homosexual, en el fondo lo que odia o rechaza es su propia homosexualidad reprimida, como no se permite expresarla y menos aceptarla pues es capaz de proyectar su odio en el otro, bien dicen que lo que “te checa te choca”.
Vale la pena indagar en nosotros mismos, en el lenguaje que utilizamos, en las bromas que hacemos y en la enseñanza que les damos a los niños. Es curioso, pero nos escandaliza decir que dos personas que se aman, se pueden demostrar su amor con un beso. Pero por otro lado parece muy divertido llamarle marica, zorra, loca, niña, etc. a alguien que deseamos minimizar o burlarnos de él o ella.
Sigo pensando si es correcta la palabra homofobia y no quedo conforme con ello, pues pienso si alguien en un Mundo Feliz, llegue al consultorio y diga al Psicólogo: deseo superar mi homofobia…¿qué se espera que se haga? ¿Se aplica una técnica llamada desensibilización progresiva y poco a poco se le va enfrentando al paciente con el objeto de su fobia, hasta que supere su miedo irracional?, obvio no. Lo realmente valioso es que alguien acepte su intolerancia, crueldad y maltrato hacia los demás, que hable de sus propios miedos e incluso de sus deseos reprimidos, eso sí se puede trabajar y superar.
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