top of page

Déjalo volar

  • Psic. Laura Pérez
  • 28 abr 2016
  • 2 Min. de lectura



Parece que fue ayer cuando tu pequeño jugaba a ser grande, cada día sugería algo diferente podría ser fotógrafo, policía, doctor, maestro, bombero, astronauta o hasta cantante, en fin las posibilidades eran tantas como su imaginación. Seguramente muchas veces te ilusionabas y otras hasta lo tratabas de disuadir de sus ideas, como si se tratara de un hecho seguro.

Hoy el pequeño es un adulto y tiene que tomar la decisión del rumbo de su vida, elegir carrera. Probablemente tú como muchos papás y mamás quieres lo mejor para tus hijos e hijas, te gustaría que fueran exitosos, asertivos y felices y aunque este deseo es parte de tu amor incondicional, debes confiar en ellos, y confiar en ti, en lo que le has enseñado en la vida.

Es normal que tengas miedo y pienses si has hecho un buen trabajo y si tu hijo tomará una buena decisión. Lo primero que tienes que hacer es guardar la calma, para que puedas estar a su lado en esta etapa tan importante en su vida, escucharlo y respetarlo es muy importante para ellos. Trata de no sembrar tus miedos, evita decirle cosas como ---creo que tú no sirves para esto- o -esa carrera no te dará para comer..., lo único que estarás haciendo es reflejar tu propia inseguridad. Tampoco se vale que sobrepongas tus propias expectativas, muchos papás incitan a sus hijos a ser lo que ellos no pudieron ser, el resultado casi siempre es el mismo: frustración, enojo y resentimiento. No lo compares, algunos papás en aras de ayudar sugieren cosas como –Tu primo que estudio medicina, le va muy bien, tal vez deberías…


Cambiemos los “deberías” y por los “qué quieres?”, no pienses por ellos, mejor pregunta. Si tu hijo(a) está indeciso, no lo presiones, es normal, piensa que está cerrando una etapa de su vida muy importante y este seguramente será un paso a la adultez, una de las decisiones más importantes es la elección de carrera, pensamos que nos dedicaremos el resto de la vida a ello y no deseamos equivocarnos.

Los jóvenes tienen muchas dudas al respecto se preguntan cosas como: …y si no soy bueno para esto? Qué tal si no me va bien? Qué pasa si cambio de opinión? La ansiedad puede incrementarse al sentirse presionados.


Si quieres apoyar a tus hijos en esta etapa, puedes sugerir un estudio de orientación vocacional estos los aplican expertos y por medio de una serie de pruebas el solicitante puede conocer más de sus habilidades, capacidades y personalidad, es importante saber que estos estudios no deciden por él (ella) pero si le ayudan a tomar una decisión con mayor información de sí mismo, mantente a su lado, acompañándolo, ten en cuenta que ya es un adulto o está a punto de serlo, deja que cumpla sus sueños no los tuyos, así que si quiere volar déjalo volar… seguramente has hecho un gran papel.

Comments


bottom of page