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Ansiedad

  • Psic. Jesús Onofre Corona
  • 29 oct 2016
  • 3 Min. de lectura

ADMINISTRACIÓN DEL CAOS

Ansiedad, angustia, fobias, estrés, ataques de pánico y todas las manifestaciones de los llamados trastornos de angustia son junto a la depresión las manifestaciones patológicas de la mente más taquilleras en nuestros tiempos. Me atrevo a generalizar y decir que todos las hemos padecido en algún grado y son una de las causas más importantes de la improductividad y la depresión. ¿Cuál es la diferencia entre ansiedad, angustia y fobia? La ansiedad es una emoción sin causa aparente, difusa y no tan focalizada como los miedos y fobias. Es una reacción ante un peligro o amenaza que se manifiesta mediante un conjunto de respuestas tanto fisiológicas, cognitivas y conductuales. Por otra parte, Freud nos sugiere separar la angustia de la fobia, hasta ahora lo que sabemos de la fobia, o del objeto fóbico es que cumple su función sobre el terreno de la angustia, esto quiere decir que la fobia es una defensa contra la angustia que es un estado afectivo. Es preciso hacer la diferencia entre la angustia realista y la neurótica, la primera es producto de algo racional y totalmente comprensible manifestándose de esta manera la pulsión de autoconservación. ¿Cuándo se presenta la angustia? ¿Frente a qué estímulos? Es muy difícil saber cuando una angustia realista es racional y adecuada al estímulo, lo que a mi puede angustiarme no necesariamente angustiaría a los demás. Cabe en este punto hacer una distinción entre angustia y miedo, la primera se refiere al simple estado afectivo sin tomar en cuenta al objeto, mientras que el miedo dirige toda su atención solamente en el objeto. ¿Cómo se origina en nosotros la angustia? Freud nos dice al respecto que el nacimiento es la fuente y el modelo del afecto de la angustia y que la separación de la madre da lugar a ese primer estado de angustia en el niño, aunque también podríamos pensar que ese momento de la separación causa gran angustia para la madre. La angustia neurótica que mencioné anteriormente se divide en dos tipos que son: la angustia expectante o la expectativa angustiada y la angustia que está psíquicamente ligada a un objeto determinado que es la que engloba todo lo referente a las fobias. En cuanto a la primera, “Las personas aquejadas de esta clase de angustia prevén, entre todas las posibilidades, siempre la más terrible, interpretan cada hecho accidental como indicio de una desgracia." ¿Te suena conocido este acto tan francamente neurótico? Vivimos en una época donde todo urge y por eso mismo a veces no nos damos cuenta de cuanto nos afectan las cosas que nos suceden, les dejo unas preguntas para empezar:

  • ¿Te has sentido insegur@ y con pensamientos negativos, de inferioridad o incapacidad?

  • ¿Has experimentado dificultad para concentrarte y para tomar decisiones?

  • ¿Tienes una sensación general de desorganización?

  • ¿Crees estar más hiperactiv@ que de costumbre?

  • ¿Has experimentado palpitaciones, aceleración del ritmo cardiaco, nauseas, molestias digestivas, tensión muscular, dolor de cabeza, fatiga y sudoración excesiva así como mareos?

Si presentas alguna de estas conductas y están interfiriendo en tus actividades diarias, pide ayuda, a veces los recursos con los que contamos son innecesarios para hacerle frente a la vida, no existe una receta ni un modelo a seguir, cada quien hace lo que puede con lo que tiene pero si de algo estoy convencido es que en toda institución educativa deberían de incluir la materia “administración del caos” pero como hasta el día de hoy no ha sido incluida, la terapia entra al quite, siempre… BIBLIOGRAFIA:

  1. Lacan, Jacques. “Del complejo de Edipo”. Seminario 4 La Relación de Objeto. México. Paidós.

  2. Freud, Sigmund. “25ª Conferencia. La Angustia”. Obras Completas, Tomo XVI. Amorrortu.

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