Profesionalismo y cautela

Psic. Diana Camacho
5 ago 2016
2 Min. de lectura

No es acostumbrado en este espacio referirnos a efemérides o a temas de actualidad. Y no lo es porque esa tendencia es tan común que no se pretende ser un medio más para escribir acerca de los rumores que recorren las redes sociales y medios en general. Sin embargo, en este caso resulta necesario ante la pertinencia del tema y la relación que tiene nuestra disciplina, tomar como referencia las declaraciones (que de manera no formal) ha hecho cierto personaje público recientemente. Problemáticas como el abuso sexual deben de ser abordadadas con gran profesionalismo. ¿A qué nos referimos con profesionalismo? Si bien es cierto que la libertad de expresión es un tema sumamente amplio y controversial, también lo es que los mensajes que son emitidos a la población en general, conllevan una responsabilidad importante. Parte fundamental del conducirse de una manera profesional es ser concientes de esta responsabilidad. Cuando un personaje más o menos reconocido, con más o menos credibilidad pero leído y admirado por muchas personas, es indispensable tener información confiable, contexto pertinente y una dosis aunque sea mínima de cautela antes de emitir opiniones personales o recomendaciones acerca de un tema como lo es el abuso. Un sesgo importantísimo en la legislación relacionada con las disciplinas PSI, una gran cantidad de datos que se leen y se manejan a diario de una manera sobregeneralizada e indiscriminada y una gran soberbia por parte de algunos grupos que creen que por estudiar un curso o leer algunos libros son especialistas, son motivo de ruido innecesario en las personas y de molestia con toda razón ante lo que la que les escribe considera una gran falta de respeto. Cuando un profesionista de la salud mental, lo es en toda la extensión de la expresión, “conocerá todas las teorías y dominará todas las técnicas, pero será por sobre todas las cosas, un alma humana tocando otra alma humana” .