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Recomendar a un especialista

  • Psic. Diana Camacho
  • 13 may 2016
  • 2 Min. de lectura

4 Consideraciones necesarias para recomendarle a alguien acudir con un especialista.

Hemos estado revisando durante las últimas semanas, algunas señales de alerta y recomendaciones referentes a padecimientos que pudieramos observar en nosotros mismos o en alguien cercano y que nos pueden indicar la necesidad de recibir ayuda ya sea de un psicólogo, de un psiquiatra o de algún otro especialista. En esta ocación, vamos a platicar a cerca de algunos puntos importantes a tomar en cuenta una vez que ya identificamos una posible problemática seria ante la cual queremos recomendarle ayuda a alguien. 1. Empatía. Una de las habilidades sociales y conversacionales básicas es de gran importancia cuando vamos a tocar temas serios con alguien que nos importa. Utilizar un tono de voz cálido, escoger un momento privado y enfatizar en todo momento que el de enfrente nos preocupa, ayudarán a que el ambiente sea cómodo y a que nuestro amigo, amiga o familiar, sea mucho más receptivo a nuestra invitación.


2. Todo en su justa dimensión. El hecho de que podamos puntualizar y ser concretos respecto a nuestra preocupación evitando generalizaciones o sobrereacciones, será de suma utilidad. Evitemos a medida de lo posible afirmaciones como: “Ya no eres feliz” ,“Siempre estás triste” o “Estoy aterrada por tu comportamiento”. Prefiramos “Ultimamente he notado”…”De Enero a la fecha…”


3. Partamos desde nostros. Este punto puede ser aplicable no sólo a esta situación, sino de manera general. En nuestra vida, nuestra manera de comunicarnos es determinante y entre más aprendamos a utilizar el lenguaje a nuestro favor, más saludables y felices serán nuestros días. Es muy distinto el efecto que produce la frase: “Me he dado cuenta de que TÚ estás muy mal” a lo que puede sonar: “YO he estado observando que…” “MI punto de vista es que…”. Hagámonos siempre responsables del mensaje que queremos transmitir.


4. Seamos sensibles a los cómos de los demás. Recomendar a alguien ayuda con base en fundamentos cómo los que hemos aprendido en artículos anteriores, es algo positivo. Sin embargo, es muy importante que advirtamos que el hecho de que lo hagamos no obliga de ninguna manera a la otra persona a emprender una acción específica o en lo inmediato. Es necesario respetar los tiempos y las formas de los demás y confiar en que la información que le hagamos llegar, le ayude.

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